

El nuevo número de la Revista Internacional de Educación – Journal of Lifelong Learning (IRE) (Revista de Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida) examina el aprendizaje a lo largo de toda la vida en el contexto mundial de la crisis del COVID-19 y pone en tela de juicio algunas de las ortodoxias educativas que han quedado al descubierto por la crisis, en términos de injusticia o insuficiencia.
Los seis artículos del número se centran, respectivamente, en la clasificación de las instituciones de enseñanza superior en las tablas de clasificación nacionales e internacionales, el impacto del liderazgo ético en el bienestar y el compromiso afectivo de los profesores, la comprensión y la adopción del desarrollo sostenible en las universidades de Ghana, la necesidad de adaptar el plan de estudios nacional para las escuelas de educación primaria nómadas en Nigeria, el desarrollo del derecho constitucional a la escolarización en África y la redefinición del éxito académico desde la perspectiva de cada estudiante en particular.
Los artículos hacen hincapié en las nuevas ideas que, de diversas maneras, cuestionan el pensamiento convencional sobre la evaluación universitaria, el éxito académico y el valor de la educación superior, la gestión y el liderazgo de la educación, el desarrollo curricular y la inclusión, y la función más amplia de las universidades, y especialmente su contribución a la sostenibilidad, entre otras cuestiones.
La introducción del editor enmarca los artículos en el contexto de los desafíos actuales, en particular el de la pandemia, señalando la irregularidad de la respuesta educativa en los últimos 15 meses y el impacto negativo desproporcionado en las comunidades más pobres y marginales. En su mayor parte, la crisis ha reproducido y exacerbado las desigualdades existentes, pero si bien es cierto que estas desigualdades son ahora más visibles, reinventar el espacio educativo para que sea mejor, más justo y más sostenible, sigue suponiendo un desafío.
Si bien la promesa del ancien régime parece agotada, según la introducción, tampoco ha surgido ninguna alternativa y no hay indicios de que «el nuevo realismo del ambientalismo y la sostenibilidad» vaya a prevalecer sobre «el realismo ya agotado del consumo excesivo y la liberalización del mercado». Concluye: «Sea cual sea la probabilidad –o lo poco prometedoras que sean las circunstancias– tenemos que intentar inventar un futuro que sea justo, equitativo y democrático, y tener en cuenta que, al poner en tela de juicio las viejas y desacreditadas ortodoxias, estamos poniendo piedras en el camino que nos lleva ahí».